Es indiscutible, uno de los puntos más importantes a la hora de comprar un coche son los tipos de combustible que este puede utilizar. Para escoger un tipo u otro hemos de fijarnos en qué uso le daremos al vehículo. Este podrá ser utilizado para trayectos urbanos con gran densidad de tráfico o para recorrer largas distancias en carretera.

Actualmente contamos con múltiples opciones de energía para conseguir que un vehículo consiga desplazarse. Por un lado se encuentran las energías no renovables, donde destaca el gasóleo y la gasolina, y por otro lado aparecen las demandadas energías renovables (motores híbridos y eléctricos), de las cuales hablaremos en otro post.

En este post, al hablar de tipos de combustible para coches, nos centraremos en los dos más usados a lo largo de la historia, los cuales a día de hoy suponen el 81,3% del total de ventas en nuestro país; el gasóleo y la gasolina.

Gasóleo y Gasolina, la apuesta segura de cualquier conductor

Son muchas, y cada vez más, las personas que, con el fin de ayudar al medioambiente o con el fin de apostar por nuevas energías, deciden dar el salto a los vehículos propulsados por energías renovables. El tanto por ciento ventas de este tipo de motores aumenta año tras año, pero aun así, de momento, parece insuficiente para hacer frente a los carburantes clásicos: gasóleo y gasolina.

Los motores diésel (gasóleo) y los motores gasolina, como ya hemos adelantado, suponen más del 80% de los motores de los coches que hoy en día se comercializan. A continuación hablaremos de los subtipos que existen dentro de estos tipos de combustible, de sus beneficios y de sus desventajas.

Motores Diésel

Este tipo de carburante, según los expertos del mundo del motor, tiene fecha de caducidad. En tan solo 3 años, ha pasado de representar casi el 50% de las ventas a tan solo el 29,4% en 2020, lo que supone un llamativo y preocupante descenso.

Este declive de la comercialización del combustible diésel se debe a dos factores principales:

  1. Contaminación: Quizás te suene el caso «dieselgate«, también conocido como el escándalo de Volkswagen. Este fue uno de los principales culpables de que, entre muchas otras organizaciones, la normativa europea estableciese normas anticontaminación, las cuales perjudicaban gravemente al gasóleo y a su utilización.

2. Precio de los coches con motores gasolina. El precio de los vehículos que utilizan este tipo de combustible está descendiendo de manera notable. Por lo que sus ventas, respecto al combustible diésel, están aumentando de forma radical.

Tipos de combustible gasóleo:

Dentro de los motores diésel podemos distinguir varios tipos:

  • Gasóleo A: Este es el tipo de combustible diésel más común. Destaca por su buena calidad y por contar con mejores aditivos. También existe la famosa versión «Gasóleo A+» la cual cuenta con propiedades para alargar la vida del motor.
  • Gasóleo B: Debido a sus propiedades y composición, este tipo de carburante diésel solo es apto para embarcaciones o vehículos agrícolas. Es ilegal y perjudicial utilizarlo en motos o coches.
  • Gasóleo C: Es el que menos aditivos lleva y, por lo tanto, es el más barato. Se utiliza, sobretodo, en calderas de calefacción, y está penado utilizarlo en vehículos a motor.

Tipos de combustible Gasolina:

Al contrario que el gasóleo, este tipo de motor de combustión interna ha ganado un pequeño porcentaje de venta (3%) en los últimos 3 años. Como ya hemos detallado, el precio de los vehículos que utilizan este tipo de combustible es menor, y eso es un punto muy a favor para los compradores.

Tipos de gasolina:

Dentro del combustible gasolina hay 3 tipos diferentes:

  • Sin Plomo 95: es la más común, la más barata y la más favorable para el motor. Muy útil para motores con pocos caballos.
  • Sin Plomo 98: en comparación con la Sin Plomo 95, este tipo de gasolina tiene mejores aditivos y está más refinada. Emite más dióxido de carbono y tiene un mayor precio en las estaciones de servicio, pero es idónea para coches con gran cilindrada.
  • Bioetanol: Prescinde de azufre en su composición y es más económica que los tipos anteriores, además emite menos monóxido de carbono a la atmósfera.

Otros tipos de combustible

El gasóleo y la gasolina no son las únicas fuentes de energía no renovables que consiguen poner en funcionamiento a un motor. También existen diferentes gases, obtenidos a partir de combustibles fósiles y compuestos químicos, que sirven para los coches.

Los más famosos son los gases licuados del petróleo, también conocido como GLP, y el gas natural. Unos combustibles alternativos que poseen grandes ventajas frente a los carburantes tradicionales, pero que, actualmente, cuentan con múltiples limitaciones.

¡Si te interesan este tipo de energías alternativas, revisa el blog de coches de precio.com con frecuencia ya que en muy poco tiempo las trataremos en profundidad!