Apple lleva años destacando por sus modernos y elegantes diseños. Desde el progresivo impulso y mejora en el concepto del MacBook Pro, hasta los famosos y ya populares AirPods Pro. Normalmente hablamos de productos que tienen un coste de mercado algo elevado, sin embargo, su implementación en el mercado hace quedar este factor en un segundo plano.
Con tantas aplicaciones móviles para escuchar música, la reproducción de audio se ha potenciado de una manera exponencial. Es por ello que las herramientas para hacer uso de esas aplicaciones, ha crecido. Con estas posibilidades nos referimos a los auriculares. Y es el punto en el que Apple se tomó bastante tiempo, aunque sin duda, lideró el mercado.
Hemos visto como la línea de diseño del producto ha potenciado el tipo de consumo que se hace de la música y su estética se ha trasladado a otras marcas. De esta manera, prácticamente todas las grandes empresas de tecnología móvil o portátil, han ido mejorando también la calidad de sus aparatos de escucha.
En el año 2014, Apple compró la compañía de auriculares Beats. La inversión de 3.000 millones de euros no podía ser en vano. A partir de este momento, la empresa de la manzana mordida —como se conoce a Apple en el mundo de los adictos a la tecnología—, comenzó a potenciar este sector de negocio que hasta el momento era, prácticamente, desconocido.
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Sonido impecable, la prioridad de Cupertino
Nos referimos en concreto al sonido. Si recordamos, Apple ya comercializaba los iPods desde mediados de la década del 2000, sin embargo, no tenían especialización con las herramientas de escucha.
Sin embargo, en 2014 todo empezó a cambiar. Ya desde 2012 se comercializaban los EarPods como un producto con marca propia. Y progresivamente, la calidad del sonido ha ido mejorando.
En 2016, y complementando tecnología propia con adquirida, lanzaron al mercado los AirPods. Sus primeros auriculares completamente inalámbricos con Bluetooth y que integran tecnología para escuchar música pero también un micrófono. De esta manera lograron convertirse en los tan populares dispositivos de manos libres que desde hace algunos años ya portaban ejecutivos o empresarios.
De hecho, un micrófono orientado tan bien diseñado que su captación del sonido es intacta, incluso a la distancia que se encuentra la boca del AirPod, aproximadamente 15 centímetros. Y son dos micrófonos, en realidad, uno en cada auricular, creando un efecto de resguardo de la voz.
Y otro factor que les da mucha valía es la duración de la batería de los airpods, que se puede extender por días ya que se cargan dentro de su propio estuche de carga inalámbrica, llegando a carga completa rápidamente.
Este producto tiene un diseño ergonómico que se adapta a los oídos de sus usuarios y no se caen, además de la tecnología de cancelación activa de ruido, que hace que te concentres al máximo en tu música. Sin embargo, para evitar problemas con la presión que se genera dentro del pabellón auditivo, los AirPods Pro cuentan con un sistema de ranuras que liberan de cualquier tipo de incomodidad que se pueda generar tras estar muchas horas con ellos puestos.
La versión 2019: los Apple Airpods Pro
A finales de octubre de 2019, Apple dio un paso más allá con sus ya exitosos auriculares. Esta nueva reedición del que se ha convertido en uno de sus productos estrella llegó con una renovación ergonómica. Esta nueva versión de los auriculares viene equipada con el chip h1 de Apple.
De por sí los AirPods eran buenos. Es por esto que mantienen características como la ecualización adaptativa, el sensor de presión que nos permite disfrutar de una lista de reproducción únicamente usando gestos determinados sobre los auriculares, o aspectos nuevos como ser resistentes al agua. Además, un amplificador de alto rango dinámico, que emite un sonido puro y limpio para que la calidad del contenido que consumimos en nuestros oídos no pierda nunca.
Otro punto positivo para los AirPods es que, en conjunto con un Apple Watch de quinta generación, puede conformar un dispositivo independiente de comunicación.
Esta nueva generación de auriculares incluye una novedad técnica que tiene mucho de sí y seguramente irá incrementando sus posibilidades. Se trata de la posibilidad de cambiar entre la cancelación total del ruido o tener “transparencia”, que no elimina del todo el sonido exterior.
Los AirPods también dan la posibilidad de conectar, al mismo tiempo, más dispositivos de escucha inalámbrica por vía bluetooth, con lo que con el audio compartido, podremos disfrutar, por ejemplo, de una serie con otra persona.
El diseño de los “Pro”
Esta nueva edición de los auriculares los convierte en un dispositivo de escucha aún más ergonómicos. Es un diseño in-ear, es decir, dentro de la oreja. A diferencia de sus dos generaciones predecesoras, los Pro tienen aún mejor sistema de equilibrio por su diseño, con lo que es más difícil que se caigan de las orejas. Esta es una de las razones que, en algún momento, hicieron que potenciales usuarios desechasen la idea de comprarlos por evitar un producto riesgoso, por su alto costo, a dañarse rápidamente por las caídas.
Su base física es aún más corta, con lo que su capacidad de aguantarse dentro del oído es mayor. Además, siguiendo el patrón de otros auriculares similares en el mercado, esta edición cuenta con gomas de enganche que se ajustan al tamaño de nuestro pabellón auricular, con lo que se sujetarán con mucha más ergonomía.
El sistema interno, acompañado de un software de funcionamiento en conjunción con el iPhone o el Apple Watch nos da la posibilidad de elegir con seguridad qué “almohadillas” utilizar para ajustar el sonido y su calidad, si queremos aislarlo más o no.
Algunas de las críticas que se hacen a estos auriculares, aunque aplican perfectamente para todos sus predecesores o hermanos pequeños, es el color. En concreto con los pro, se unen a las críticas el color de las almohadillas. Y es, dentro de todo, algo bastante lógico. Estamos hablando de unos dispositivos de color blanco que tienden a ensuciarse con facilidad y que obligan a sus usuarios a limpiarlos con bastante frecuencia. Son un producto lo bastante caro como para que, además, no podamos lucirlos todo lo impolutos que merecen ser vistos.