Nunca estamos seguros de si de verdad necesitamos cambiar de teléfono móvil o es el mercado el que nos empuja a hacerlo. Lo único que sabemos que es cierto es que pasado un tiempo determinado nuestro móvil comienza a dar fallos, sobre todo cuando se trata de Android. Normalmente, este periodo suele rondar los tres años por aquello de la obsolescencia programada. ¿Aún hay alguien que no sabe lo que es la obsolescencia programada? No te preocupes porque te lo explicamos y te contamos los indicios que te da tu teléfono móvil para que lo cambies. 

Obsolescencia programada

La obsolescencia programada es la vida útil que la empresa fabricante del producto le da al mismo. Una vez superado este tiempo comenzará a dar fallos y se convertirá en un producto antiguo y obsoleto. 

Esto lo hacen las empresas para aumentar sus beneficios ya que una vez que estos dispositivos “mueren” es más rentable y económico adquirir un producto nuevo en lugar de repararlo. Con esto provocan el consumo compulsivo al comprar productos que en realidad no necesitamos, afectando de manera psicológica con el “comprar, usar y tirar”. Los dos principales problemas de esta práctica es la falta de recursos en un futuro próximo y la contaminación que producen estos residuos. Para suavizar este problema podemos hacer uso de materiales protectores para nuestros dispositivos o reciclarlos una vez desechados para que las empresas creen nuevos productos a partir de estos. 

Indicios para cambiar de móvil

Varios son los motivos por los que llegamos a plantearnos si debemos cambiar de móvil y, sobre todo, por qué con tanta frecuencia. Una vez se haya tenido en cuenta la obsolescencia programada, hay que estar atentos a las señales que nuestro dispositivo tecnológico nos lanza.

  1. Ninguna actualización más. Llega un momento en el que nuestro dispositivo no permite actualizar más veces el sistema operativo perdiendo compatibilidad con las nuevas versiones de las aplicaciones. Por ello, habrá que “jubilarlo” y adquirir uno nuevo con las nuevas prestaciones.
  2. Desgaste de la batería. La capacidad de carga de la batería va disminuyendo a medida que su vida útil va avanzando y esto influye directamente en la velocidad de procesamiento del teléfono.
  3. Cámara. Es uno de los elementos más representativos ya que es muy normal notar la diferencia en la calidad de las fotografías entre un teléfono móvil nuevo y uno que tiene unos dos o tres años.
  4. Falta de espacio. Esto produce una sensación de rabia y frustración constante al no poder actualizar aplicaciones o realizar fotografías con el móvil. Da igual la cantidad de memoria que tengas porque con el paso del tiempo ésta va ir disminuyendo.

En definitiva, el periodo para comprarse un nuevo teléfono móvil es de media de unos tres años ya que a partir de aquí comienzan los fallos. De lo que hay que ser conscientes es si de verdad necesitamos el último modelo del mercado o con uno más asequible es suficientes, puesto que los precios no son asequibles para todas las personas y es un gasto fijo a cada tres años.

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