Hoy en día no podríamos imaginarnos un mundo sin las fuentes de energía, tanto renovables como no renovables. Son necesarias para el funcionamiento de las industrias que nos dan los suministros, el transporte, la luz de nuestras viviendas, etc. Prácticamente para todo lo que nos imaginemos se necesita algún tipo de energía.
Estos tipos se dividen entre fuentes de energía renovables y no renovables. Las primeras, por su parte, tienen una cantidad de reservas en el mundo que no se agota en proporción al tiempo de explotación. Las segundas, por otro lado, si sus reservas se agotan antes de que se explote más cantidad, de ahí el nombre de no renovables.
Si quieres conocer qué energías nos podemos encontrar de cada tipo y cómo conseguir ahorrar parte de ellas, y por tanto en nuestra factura, en el día a día, sigue leyendo:
¿Qué son las energías renovables?
Conocemos con el nombre de energías renovables a aquellos recursos que, como hemos dicho anteriormente, las reservas que se encuentran en el planeta se regeneran a mayor velocidad que su tiempo de explotación. Es por ello que las llamamos “renovables”.
Como ejemplos de este tipo de energías encontramos la energía hidroeléctrica, la eólica, la procedente del sol, geotérmica, la mareomotriz, o la misma que nace de la biomasa. Estas energías tienen su origen en recursos naturales como el viento, el sol, el mar, la tierra, etc. Es por ello que se regeneran a mayor velocidad de la que las gastamos, pero ello no quiere decir que debamos descuidarlas.
A pesar de que estemos ante este tipo de energías renovables, su gasto excesivo podría afectar al medio ambiente. Por este motivo debemos realizar acciones individuales que contribuyan a un uso responsable de las energías.
Diferencias con las energías no renovables
Las energías no renovables, como su propio nombre indica, podrían llegar a agotarse debido a que el consumo que estamos realizando de ellas es mayor en proporción a la velocidad en que se generan. Este tipo de energías se consideran más negativas desde el punto de vista ecológico, por lo que habrá que tener un doble cuidado a la hora de su consumo en exceso.
Estamos hablando de todo tipo de combustibles fósiles, entre los que encontramos recursos como el petróleo, carbón y gas natural. Este grupo procede de la acumulación de materia y/o seres vivos de hace millones de años en el fondo de lagos, cuencas, etc. Su uso comprende desde las industrias hasta la calefacción de nuestros hogares.
Dentro de esta categoría de las no renovables encontramos, además de los combustibles fósiles, la energía nuclear. Esta energía es procedente de la desintegración de los núcleos de los átomos en los que se almacena, y su obtención tiene lugar en los reactores nucleares.
Cómo ahorrar energía
Una vez que ya conocemos qué tipos de fuentes de energía se clasifican en las renovables y no renovables, debemos concienciarnos en con el medio ambiente a través de su uso responsable. Desde precio.com te explicamos cómo ahorrar energía a favor del planeta con tan solo unas simples acciones individuales.
El hecho de llevar a cabo esos pequeños consejos nos permitirá no solo ahorrar energía colaborando con nuestro entorno, sino también ahorrar en nuestra factura mensual. Esto se debe a que llevando a cabo dichos ítems consumiremos menos energía. Además, el nivel de vida será el mismo que sin hacer dichos esfuerzos para ahorrar, por lo que todo serán resultados positivos.