Cuando pensamos en una forma consciente de consumir energía, tendemos a pensar directamente en energía eólica o placas solares. Pocas veces pensamos en la energía geotérmica. Sin embargo, esta se trata de una de las variantes más ecológicas y limpias de conseguir acumular vatios de energía. 

Es una modalidad renovable y limpia que se aprovecha del calor del subsuelo para climatizar. Se puede utilizar tanto para refrigeración como para obtener agua caliente sanitaria. 

Es un recurso respetuoso con el medio ambiente, y a diferencia de las otras formas de obtener energía que mencionábamos anteriormente, la energía geotérmica no depende del clima, el viento o el sol. Su gran diferencia está en que se extrae la temperatura propia del interior de la tierra, dentro de la propia corteza terrestre. No tiene límites temporales. 

De hecho, la energía geotérmica en España podría producir 5 veces su capacidad eléctrica anual. Generar electricidad ya no es un reto como hace algunas décadas. Ahora hay maś métodos y conocimientos para conseguirlos, sin embargo, en este caso hablamos de algo aún más importante, se trata de fuentes de energía renovable. Este tipo de energía eléctrica se podría definir como aquella que se almacena en forma de calor debajo de la corteza de la tierra

Existen tres tipos de energía geotérmica. De alta temperatura, que se extrae en las zonas más activas de la tierra a temperaturas superiores a 150ºC, de los cuales se puede extraer calor suficiente para producir energía eléctrica a partir de vapor de agua. 

Por término medio de temperatura, que ronda entre los 100ºC y 150ºC, aunque tiene un rendimiento menor para llegar a agua caliente. Funciona en los sistemas de calefacción urbano. Y de baja temperatura, entre 30ºC y 100ºC. Se emplea en entornos térmicos con calefacción urbana, en procesos industriales y balnearios.

Un recurso que no afecta a la atmósfera

Este tipo de energía térmica es capaz de extraer las temperaturas que están bajo la tierra para usarla en función de sus necesidades. 

Su extracción suele hacerse de forma masiva. Esto ocurre en centrales geotérmicas, tienen un funcionamiento similar a otras centrales termoeléctricas de turbina: el calor de una fuente de energía, en este caso hablamos del calor del interior de la tierra es usado para calentar agua u otro fluido de trabajo. Ese fluido hace girar la turbina de un generador, y así se genera electricidad. 

Los recursos geotérmicos son bastante abundantes, que no inagotables, a diferencia de la obtenida por combustibles fósiles. Y eso es lo más provechoso del proceso de extracción de este tipo de energía en plantas geotérmicas. Las ventajas de la energía geotérmica son bastantes, algunas evidentes y otras no tanto. Pero se trata de una forma de producción de electricidad que no afecta a nadie, sino que se mantiene como una manera de aprovechar las altas temperaturas que se concentran en las capas que están bajo nosotros. 

Es importante destacar que este no es un proceso reciente. De hecho lleva décadas trabajándose. Sus primeros experimentos tienen lugar en Italia entre 1904 y 1905. Después se empieza a explotar en Estados Unidos, México y Nueva Zelanda. En 1973, ya cuando ocurría la primera gran crisis del petróleo, se comienza a fomentar la extracción de energía almacenada en la corteza terrestre. 

Ahora mismo, hay algunos países en los que la producción geotérmica representa una fracción importante de su producción. En Nicaragua, por ejemplo, el 17% de su energía total es obtenida por procesos geotérmicos; para Filipinas, el 16,2%; en El Salvador, un 15,4% y en Islandia el 13%. Tan es así que estos países han descartado la dependencia energética del exterior. No teniéndose que valer de recursos externos. 

Sus ventajas

Recordemos que este tipo de extracción de energía abarata bastante los costos en la obtención de electricidad por el eficiente uso de un recurso prácticamente inagotable como es el calor propio de la tierra. A esto tenemos que añadir que es una manera lo suficientemente consciente con el planeta de no contaminar en detrimento de la tierra para el beneficio propio, sino que se puede obtener este calor sin hacer daño al ecosistema natural. Pero hablemos de otros beneficios varios

  • Rápida amortización de la inversión. Recordemos que este proceso de extracción se puede hacer de forma industrial en plantas que no tienen una infraestructura tan compleja pero a largo plazo representan una alternativa rentable.
  • Ahorro energético superior al 50% respecto a otras formas de climatización. Nuevamente considerando que este es un proceso bastante simple y con un recurso a “disposición de todo el mundo”, no es un gasto mayor. Su coste está en el proceso industrializado de su obtención.
  • El coste de su mantenimiento es bajo y supone reducción de la potencia contratada.
  • A diferencia de otros sistemas de obtención de energía, este tiene una vida útil bastante extendida sin suponer daños en infraestructuras.
  • Punto positivo: no se producen emisiones de CO2 a la atmósfera, con lo que no existe contaminación hacia el medio ambiente, como sí puede ocurrir con la electricidad obtenida a través de otros recursos fósiles.